Intel apostó fuerte por Bitcoin alguna vez: conoce la historia
La gigante tecnológica Intel desarolló Blockscale en 2021, el primer chip de Bitcoin de fabricación no asiática.
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Intel descotinuó la producción de los chips Blockscale en 2023.
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El ex VP de Intel considera que tuvo que luchar contra la desinformación sobre Bitcoin en Intel.
José Ríos, un ingeniero venezolano nacido en Valencia, recorrió un largo trayecto desde sus estudios de bachillerato en Caracas hasta convertirse en una figura importante en Silicon Valley.
Tras graduarse en Ingeniería en Computación en Estados Unidos, dedicó 25 años de su carrera a Intel, donde llegó a ser vicepresidente de Custom Solutions, una división especializada en el diseño de chips personalizados. Hace dos años, dejó la empresa para fundar su propia startup enfocada en criptomonedas. Pero antes, lideró un proyecto singular: el desarrollo del primer chip de minería de Bitcoin no fabricado en China, llamado Intel Blockscale ASIC.
La historia de este chip lanzado en 2022, conocida a través de una entrevista exclusiva de CriptoNoticias a José Ríos, se gestó en la intersección entre la experiencia de Ríos en semiconductores y un mercado emergente que él mismo tuvo que defender dentro de la compañía.
Durante su tiempo en Intel, Ríos trabajó en data centers y productos de consumo, como los chips que alimentan las computadoras de Apple. Sin embargo, su rol en Custom Solutions le dio una perspectiva única.
«Yo tenía un privilegio de poder ver más o menos la empresa de Silicon Valley donde yo vivo, en qué proyectos ellos querían invertir más fuerte», explica José Ríos. Fue en este contexto que surgió la idea de un chip para minar Bitcoin, un circuito integrado de aplicación específica ( ASIC ) diseñado para asegurar la “ blockchain ”, el registro contable basado en cadenas de bloques que sustenta el criptoactivo.
Los ASICs son distintos de los procesadores tradicionales (CPUs) o unidades gráficas (GPUs), que son versátiles, pero menos eficientes para tareas específicas. El chip de Intel se basaba en el algoritmo SHA-256 , un estándar criptográfico de código abierto que Bitcoin utiliza para sus operaciones de minería. Este algoritmo genera hashes —cadenas de datos únicas— que los mineros utilizan para validar transacciones y añadir bloques a la contabilidad de Bitcoin.
«Como el algoritmo de minar Bitcoin es un algoritmo en general bastante simple, es un verdadero desperdicio utilizar chips tan grandes como un CPU», señala Ríos. La simplicidad del SHA-256 hizo que un ASIC fuera la herramienta ideal, y Ríos vio una oportunidad para que Intel entrara en este terreno.
Producir semiconductores como este no es tarea sencilla. Cada diseño requiere un proceso complejo en fábricas especializadas, donde se depositan capas químicas sobre obleas de silicio para formar circuitos. El costo de fabricación oscila entre 15 y 20 millones de dólares por diseño, sin contar la ingeniería previa, y solo unas pocas empresas —Intel, TSMC y Samsung— dominan este mercado.
Hasta entonces, los ASICs para Bitcoin provenían principalmente de China, integrados en sistemas completos y vendidos a grandes operaciones de minería. Intel, bajo la guía de Ríos buscó romper esa dependencia. «Al poder vender el chip directamente, lo que hicimos fue descentralizar un poco esa dependencia en los 7, 8, 10 mineros grandes que hay en el mundo», afirma Ríos.
Sin embargo, dentro de Intel, el proyecto no fue recibido con entusiasmo inmediato. Ríos enfrentó escepticismo y críticas. «Lo primero que yo escuché fue: bueno, pero eso de Bitcoin se usa para cosas ilegales, ¿no? Y eso de Bitcoin quema mucha energía y eso está matando el planeta», recuerda José Ríos .
Para avanzar, considera que tuvo que asumir un rol adicional: educar y defender al criptoactivo de la incomprensión de algunos pares. «Para mí fue una tarea de educación bastante fuerte y todavía creo que había que hacer un trabajo casi de evangelismo», añade. Este esfuerzo fue esencial para convencer a la gerencia de apostar por un proyecto que, inicialmente, parecía arriesgado y alejado de las prioridades tradicionales de Intel.
El desarrollo técnico avanzó gracias a un equipo de 60 ingenieros seleccionados por Ríos, quienes combinaban habilidad técnica con interés en Bitcoin. El diseño tomó entre un año y medio y dos años, un tiempo récord frente a los cuatro años que puede requerir un CPU complejo. «Dos años es normalmente rápido», dice Ríos, destacando que el proyecto ganó reconocimientos internos por su rapidez. Llevar el chip a producción masiva fue otro desafío. «Lo difícil de cualquiera de estos proyectos es llevarlos a manufacturarlos en grandes cantidades de volumen, en un yield alto», explica José Ríos. El equipo logró un rendimiento del 99%, lo que significa que casi todos los chips producidos cumplían las especificaciones necesarias.
El chip, basado en el SHA-256, salió al mercado en 2022, en plena pandemia, cuando las interrupciones en la cadena de suministro global complicaban la producción de tecnología. Pese a ello, se presentó en la Conferencia de Bitcoin en Miami en 2022, tras negociaciones con clientes como Hive, Argo, Grid y Block , quienes compraban estos chips. El proyecto dejó un legado técnico: cuatro patentes y un artículo en el IEEE que detalla los avances en diseño de circuitos por parte de Intel.
Aun así, la producción no perduró , como reportó CriptoNoticias. Intel enfrentó presiones financieras que la llevaron a priorizar chips para laptops y computadoras, mientras el mercado de criptomonedas entraba en el «criptoinvierno», una caída en el precio de bitcoin y las criptomonedas que redujo la demanda de equipos de minería.
De acuerdo con Ríos, el negocio fue vendido a Block, la empresa de Jack Dorsey, que integró la propiedad intelectual en sus propios esfuerzos por avanzar en la minería de Bitcoin.
El chip de Intel, impulsado por el trabajo de Ríos con diseños personalizados y su defensa de Bitcoin, mostró que era posible desafiar el dominio chino en este sector. Aunque su ciclo comercial fue breve, Ríos, junto a la gigante tecnológica Intel, abrieron un camino que tuvo efectos de descentralización en Bitcoin y que dejó una marca en la industria de los semiconductores.
Descargo de responsabilidad: El contenido de este artículo refleja únicamente la opinión del autor y no representa en modo alguno a la plataforma. Este artículo no se pretende servir de referencia para tomar decisiones de inversión.
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